En teoría Racing iba a salir a demostrar que puede jugar lindo, pero se encontró con que la belleza futbolística la tienen otros y a la hora de levantarnos a esa mina, la pelota, tenemos que remarla mucho.
El árbitro Cristián Faraoni no cobró dos jugadas importantes a favor de Racing: una fue el gol de Scotti a los 11´ del primer tiempo que la empujó con el puño al mejor estilo Monzón ante Mantequilla Nápoles. Y la otra fue un claro penal a Pablo Caballero que vió pero cobró al revés.
Buen primer partido de Gonzalo Pérez, mala la vuelta de Rosano. El equipo estuvo desconectado entre líneas y peleados con el gol, con la pelota, con sus propios compañeros. No dan pie con bola y los jugadores están desconcertados. Por ejemplo a Lluy jamás se lo vio reaccionar de semejante manera ante la impotencia general, terminó expulsado.
Argentinos ganó bien y se coloca en el lote de los que pelean. Racing sigue buscando tocar fondo para resurgir, la pregunta es ¿Barbas puede?.
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