Felicitaciones, es lo primero que hay que decirle a un técnico con todas las letras como Diego Pablo Simeone, capaz de llegar a un equipo destrozado moralmente, hasta llevarlo a ganar la Europa League, derrotando al inflado,en demasía, Atletic Bilbao de Marcelo Bielsa.
Goleada incluida para no dejar lugar a las habladurías, con un Radamel Falcao intratable, y un equipo con hombres, como el brasileño Diego, que no tenía lugar con el anterior DT.
Las veces qeu me etrecrucé en la cancha y en mi casa por defender al Cholo. Siempre estuve convencido de su laburo en la semana, de que es un estratéga de puta madre, de ser un señor DT, aunque reconociendo que "su" último Racing daba algo de dolor de ojos.
Así y todo se llegó a ser segundo de Boca, no me importa si a 12, 1000 o 2000 puntos, fue segundo. En 19 fechas perdió dos partidos, y rearmó un grupo que venía de perder 20 partidos en una temporada.
Todos lo querían fuera desde las fecha 1. Fue puteado por todos, SIEMPRE, desde la dirigencia, jamás se lo apoyó, salvo Pablo Podestá y los medios contribuyeron a que le tengan odio.
A todos, en nuestras distintas profesiones, nos va bien y mal y Simeone no es la excepción. Basta con el mito de que dejó último a River, cuándo el se fue River estaba 15º, luego fue Gabriel Rodríguez quien lo dejó último. Que con San Lorenzo le fue mal, mentira, tuvo un primer campeonato genial y un segundo mediocre.
Pero se olvidan que Simeone, agarró un Racing al borde del descenso y en poco partidos lo sacó a flote, sin tener experiencia. A River lo sacó campeón. A San Lorenzo lo puso en los primero planos. Al Catanea lo salvo del descenso y lo dejó a pocos puntos de las copas europeas. A Racing lo sacó subcampeón y al Atlético lo agarró hecho bolsa y lo hizo campeonar en Europa y a punto de clasificarlo a la Champions.
Mea culpa urgente, de los hinchas, dirigentes y periodistas. Nos perdimos un DT de lujo, no una, sino, dos veces. Tuvimos a un Basile (reconozco su historia y su idolatría), que no pudo enderezar el barco y no era su tiempo. Por suerte ahora tenemos un DT, joven, exitoso y laburador, ¡por favor dejenló trabajar!
