Sexta fecha y ya se puede decir que el campeonato es historia. Otro revés deportivo para los hinchas de Racing, si bien no se perdió, se empató con un Belgrano que presentó dura batalla y dejó una marcada anemia futbolística en el equipo de Luis Zubeldía.
Dos cambios presentaba Racing: Diego Villar por Agustín Pelletieri y Claudio Corvalán por el juvenil Alejandro García. Se notó la falta del Pulpo en el centro del campo, ni Bolatti ni Zuculini (aunque hizo lo posible), pararon a nadie y en ese sector, Velázquez y Pittinari se hicieron un festín, ganandole el mediocampo a la Academia.
Paradójicamente, cuándo ambos equipos jugaban mejor, sus rivales les marcaron. A los 11m del PT, Racing abofeteó a Belgrano con una gran jugada colectiva entre Corvalán que abrió para Vietto, éste mandó un centro excelente, para la llegada de palomita (gesto algo extraño) de Mauro Camoranesi que definió con categoría. Y cuándo Racing se abroquelaba en el fondo, a los 4m del ST, Velázquez aprovechó un rechazo de Saja que le quedó en los pies para empatar.
El que supo siempre a que jugar fue Belgrano, paradito de contra y saliendo rápido para la llegada de Márques y Aquino, en cambio, Racing esperaba que los pibes se juntaran, no es mala la idea, pero sus compañeros no hacían lo propicio para que Vietto y De Paul, con Fariña más tarde, hicieran de las suyas.
Hay que decir que Racing también pudo ganarlo, ya que al final del partido fue en busca del gol sin ideas, pero con el ímpetu de sus pibes.
Párrafo aparte para Luis Álvarez, otro árbitro, de características payasescas, que viene al Cilindro a chapear. A los 36 segundos amonestó a Corvalán, dejó que a De Paul lo llenaran la cara de dedos sin siquiera cobrar foul y lo que siempre ocurre con Belgrano, dejan que Olave haga lo que quiera jugando con el tiempo.
Sin embargo, hay que llorar menos y buscar en el equipo las respuestas para ganar, eramos candidatos y nos volvimos a quedar en el camino, hay que enderezar el barco y buscar resultados para trabajar más tranquilos.
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