sábado, 26 de abril de 2014

LOS MONUMENTOS AL MUSEO

Basta de vivir del pasado, basta de bancar a tipos que porque ganaron un campeonato se creen con la impunidad de hacer los que se les canta avalados por una popular de idiotas que no saben nada de fútbol. A Merlo le voy a estar eternamente agradecido por el título del 2001, pero por favor, que de un paso al costado ya, sus planteos espantosos, el juego horrible del equipo y las derrotas constantes ya no se bancan. Hoy revivimos al muerto Quilmes, que nos ganó 1-0 en un partdo helado, feísimo.

Durante toda la semana entrenó con Diego Villar en el doble cinco con Francisco Cerro y Gabriel Huache, pero Mostaza a último momento, decidió poner en cancha a Michel Pierce por el Demonio y correr al Barba al costado derecho. Al principio le salió mal, porque le pibe jugó un pésimo PT, en donde hizo reiteradas faltas por las cuales debía irse expulsado, pero en el ST se asentó y fue uno de los mejorcitos.

El PT fue olvidable, malísimo, muy mal jugado por ambos equipos, no hubo llegadas de riesgo para ninguno, así que no voy a perder tiempo en esa primera mitad.

En el ST, Racing se paró 20 metros más arriba y comenzó a tener llegadas, pero nunca mano a mano, nunca pisó el área con claridad. Quilmes sólo se defendía, y se olía en el ambiente que iba a pegar un contraataque que nos iba a dejar maltrechos.

Y así pasó, a los 32 minutos cuándo el imprensentable Andrés Merlos, árbitro del partido que cobró todo mal, dejó pasar una falta a Rodrigo De Paul y los de Caruso llegaron a tierras enemigas con pelota dominada, Sebastián Saja logra tapar un remate desde afuera del área, dejando un corto rebote y Gonzálo Rios, ganandole la espalda a Gustavo Corvalán y Matías Cahais marca el gol de la victoria.

Sólo quedó tiempo para el show de los cambios pésimos de Merlo, de intentar llevar la pelota al área rival y no poder ni siquiera cruzar la mitad de cancha y de remates fortuitos de los muchachos.

Se perdió otro partido, primera vez en la historia que Quilmes gana en Avellaneda, mal jugado, mal planteado, ¡¿nadie se va a animar a decirle a Merlo que su tiempo ya paso?.

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