Solo cinco minutos le bastaron a Racing para dar vuelta un partido que se encaminaba a lo mismo de siempre, una derrota, enmarcada por la intrascendencia de siempre, pero gracias a la gente, los muchachos fueron para adelante y le ganaron a Vélez por 3-1.El primer tiempo fue más de lo mismo, con un Racing sin sangre y sin juego fue sobrepasado por los suplentes de Vélez. El abanderado de esta intrascendencia fue Lucas Castromán, que hizo todo mal.
Racing se fue en desventaja en la primera mitad, cuándo a los 40m Fernando Tobio cabecea solo en las narices de De Olivera.
En el segundo tiempo Russo mandó a Sebastián Grazzini por Castromán, cambio que torció la historia.
De todas maneras, parecía que todo iba de mal en peor. Pero un hecho en las tribunas, con los estúpidos de siempre hizo demorar las acciones. Al parecer gente de Racing quería apoderarse de banderas del Fortín y la cosa se desmadró.
Más allá de que no se comparte lo acontecido hay que decir que ayudaron a despertar a Racing y empujados por la gente fueron para adelante.
Grazzini encontró en Gabriel Hauche, quien ingresó por Zucullini al socio ideal.
A los 23m expulsaron al delantero velezano, Ricardo Álvarez y Racing creció de allí en más.
En cinco minutos fatales para Vélez, Racin lo dio vuelta. Primero a través de Lugüercio a los 30m con un tiro desde afuera, muy esquinado.
A los 32m Yacob sacándose la mufa remata al arco y en el camino se desvía en Tobio y la pelota se clava por encima de Barovero.
Y el tercero llegó a los 35m, cuándo Bieler comienza a apilar jugadores del Fortín y entrando al área remata cruzado, GOLAZO!!!.
A partir de allí se adicionaron 10m por los desmanes y Racing supo mantener la ventaja e incluso pudo estirarla.
Se viene Banfield el próximo domingo, pero antes hará una escala en Tucumán, el miércoles, para completar el partido con Atlético.
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