Todo estaba preparado para la fiesta que implica ver a Racing en un comienzo de campeonato, con las ilusiones del caso y la esperanza de ver un nuevo equipo con otros exponentes en cancha. Pero la cosa no cambió, feo empate 1-1 ante Atlético Rafaela y las mismas deficiencias que antes.
Comenzó con un vértigo que le imponía Mauro Camoranesi en la distribución y la velocidad de Ricardo Centurión por la izquierda y la de Diego Villar, más el buen manejo del barba, por la derecha. Pero bastó que la Crema perdiera el miedo y fuera poniendo en juego a la defensa para que ésta se equivocara.
A los 10m César Carignano marcó el 1-0, luego de un lateral al área, la pelota rebota en Cahais y Ortíz llegó a cerrar un año después, el delantero solo tuvo que mandarla cruzado abajo, para que Saja no tenga más que buscarla dentro del arco.
Pero lo buen que tuvo Racing fue que no se desesperó, ni se dejó llevar por el murmullo de la gente y a los 12m gracias a un cabezazo (cabecea todas!!!) de Fernando Ortíz, llegando desde el segundo palo y con oficio quedar solo en el punto del penal, anotó el empate.
El primer tiempo lo termonó ganando Racing por puntos si se quiere, porque fue más que el conjunto rafaelino, pero no pudo plasmarlo en el arco de Guillermo Sara, que al cierre del PT empezó a agigantar su estrella al atajarle el primer penal a José Sand que tiró cruzado y débil.
En la segunda mitad, las armas de Racing siguieron siendo las bandas con Villar y Centurión intercambiando las puntas cada cierto tiempo. Pero el juvenil comenzó a embarullarse y el barba ya no era acompañado por Camoranesi.
Sin embargo, la Academia era el que tenía cierta iniciativa ya que Forestello, DT visitante, renunció al ataque siendo una tentación la punta derecha con el deficiente Esteban Saveljich (es marcador central).
El sábado negro de Sand no se había terminado con el penal errado en el PT, todavía le quedaba más. A los 30m Vella lo empuja en el costado del área cometiendole un penal de esos tontos. Pero otra vez el Pepe lo erró, sí ese que nos hacía goles hasta con los ojos cerrados, erró dos penales.
Pero hay más, porque al rebote de esa jugada, Centurión manda un centro cabecea Cahais y Sand la empuja al lado del arco pero Pezzota queriendo tomar el protagonismo, anuló el gol, cuándo el línea le marcaba que era gol, pero el juez no iba a renunciar a su mala decisión.
Ahí si Racing se desesperó, Zubeldía mandó a la cancha a Cámpara primero y luego a Vietto y Fariña, pero nada pudieron hacer, salvo el delantero que tuvo la chance de darle el triunfo a la Academia, pero en vez de patear se tiró y ésta vez Pezzota acertó en no cobrar pnal y amonestarlo.
Fue un comienzo frío, pero al menos no se perdió, usted sabe que estos raros partidos Racing los termina perdiendo al final. Ahora hay que poner la mente en blanco anotar los errores cometidos y corregirlos, porque el miércoles se vine Boca por la final de la Copa Argentina.
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