Indigna ver que pasan los partidos y los jugadores siguen sin mostrar, al menos, algo de verguenza por ir a buscar un resultado positivo. Hoy nos comimos un baile soberbio por parte de Boca, que nos hizo precio y solo nos venció por 2-0. El equipo volvió a dar pena en la cancha y retrocedió un buen trecho de lo que se vio el sábado pasado ante Lanús.
Boca no nos dejó acomodar en el campo de juego nunca, nos apretó, nos maniató y por suerte se apiadó de nosotros al hacernos solo dos goles. Se vio un Racing nervioso, sin hilvanar jugadas de ataque, con un mediocampo que sigue sin parar a nadie, una defensa impresentable y varios jugadores que eran nuestros valuartes hoy están en un nivel muy malo.
A los 16´ del PT, Martínez desborda a José Luis Gómez y manda un centro preciso para que Sánchez Miño sin elevarse coloque de cabeza el primer gol del partido, dejando parados a Saja, Migliónico y Saveljich.
Boca seguía apretando y tuvo varias para ampliar el marcador, Racing solo llegó luego de un error de Orión, el cuál salió a cortar un centro, pero siguió de largo y Migliónico con el arco solo la tiro de cabeza afuera.
Más allá del cambio de Ischia en el PT, al hacer entrar a Battaglia por Villar, La Academia nunca pudo agarrar la pelota, hacer que De Paul sea el conductor y que Vietto, Hauche y más tarde Viola, puedan inquietar al arquero Xeneize.
Boca nos dio vida hasta los 22´ del ST, cuándo un cabezazo de Gigliotti, en su primer gol con Boca, pone el segundo y definitivo tanto del partido. La resistencia de los defensores y de Saja fue casi nula.
El partido se fue y Racing nunca pudo inquietar a una defensa de Boca que fue de tercera categoría, ya que no tenía a Insua y Cata Díaz que se fueron lesionados. Ni eso aprovechó Racing para, por lo menos, hacerle un poco de cosquillas a Boca.
En definitiva fue baile, Boca nos hizo precio y nos dejó últimos con solo dos puntos y a diez de Tigre que ya empezó a sumar en busca de escaparle al descenso. Hay mucho para hacer, Ischia tendrá que meter mano y sacar a varios jugadores que ya no son los que eran.
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