El Ratón llega para tomar posesión de la voz de mando de un equipo sin un líder de su talla y arreglar los desajustes defensivos que ayer nos hicieron volver a una realidad que es plausible de ser cambiada.
Mañana entrenará con sus nuevos compañeros y se verá en que situación física s
El hombre de Paraná es el refuerzo que le da el salto de calidad que le faltaba al equipo de mitad de cancha hacia atrás.
Los 36 años son sinónimo de experiencia extrema y no de un hombre que tiene que retirarse así que no empiecen a murmurar cuándo no cierre correctamente un centro, porque esos son los mismo que aplauden a Lugüercio cada vez que se tira (igual te banco Pablito).
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