Diego Pablo Simeone volvió a demostrar poque es hoy por hoy el mejor entrenador del mundo. Una vez más dejó sin nada al Barcelona del Tata Martino, que tuvo un año para el olvido, más por el fin de ciclo de sus players que por la mano del Tata (ya dejó de ser su entrenador).
Luego de 18 años el Atlético Madrid volvió a conquistar la Liga de España, la 10º de su historia y nuevamenente con Simeone formando parte del equipo campeón. Allá por la década del 90, el Cholo, era parte importante del colchonero, pero dentro del campo de juego.
Cada éxito que consigue Simeone, al cuál siempre defendí y defenderé, me da la razón de que no es ningún traidor como lo tildó el nefasto Rodolfo Molina y los hinchas se siguen comiendo ese verso, esos desastrosos hinchas que siguen adorando a una estatua teniendo a Tito Pizzuti vivo y sin rendirle homenajes.
Ojalá el hincha se de cuenta que Simeone fue mal hechado del club y que debe emprenserse el operativo retorno urgente. Obviamente no será en el futuro cercano, pero primero hay que endulzarle los oídos y dejar de defenestrar a quié es el emejor DT del mundo. Porque los verdaderos traidores todavía están en Racing.
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