En esta época de vacas flacas para la hinchada de Racing parece que debemos conformarnos con molestar y poner pimienta en el torneo. Impensado era ir al Florencio Sóla a buscar un triunfo, pero se logró y de manera casi brillante.
La victoria de Racing por 2-1 ante el invicto y único puntero Banfield fue categórica y conseguida de manera inteligente. Pocas veces se lo ha visto al equipo jugar así, sin desesperarse, con un criterio sensacional para tacar por las puntas y tocándole la pelota al Taladro.
Otra vez volvió a pararse con tres atrás (Martínez, Aveldaño y Cahais), nada que ver a lo mostrado contra Vélez, esta vez fue sólido en defensa y rápido y criterioso para atacar por derecha con Mercado y por izquierda con Lucero.
Grazzini arrancó bien, distribuyendo el juego para un lado y para el otro. Vivas le puso a Falcón para ayudarlo en la creación, pero ni se juntaron, sumado a que Yacob estuvo nervioso e impreciso en todo el partido (recibió la quinta amarilla).
Gran trabajo de Racing por las bandas, Mercado y Lucero fueron la clave para la victoria. El negro fue la figura coronando la noche con un golazo digno del mejor catenaccio: error del rival y salida rápida ocupando los lugares vacíos para anotar. Quinteros jamás se animó a pegarle al arco en clara opción de gol para Banfield, Martínez se la pellizca la lleva Lucero cuza la mitad de cancha y se la toca a Ramírez, éste lo ve llegar a Aveldaño (si el Pelado) y con un centro razante encuentra a Mercado que con un derechazo sutil vence la débil resistencia de Luchetti.
La AKD había abierto el marcador a los 8´ del PT luego de un tiro libre ejecutado por Cahais al segundo palo para la llegada de Martínez quien dejando el pie extendido logra cambiarle el palo al arquero de Banfield. El Taladro logró el empate parcial con un cabezazo de Silva luego de una salida desastrosa (una más) de Jorge De Olivera.
Se viene Tigre para seguir sumando esos puntos de oro en polvo que ponderó Claudio Vivas en la semana. Estamos en los 14 puntos y a uno de llegar al objetivo de la vergüenza: sumar entre 15 y 20 para equilibrar las cosas en el torneo que viene.
La victoria de Racing por 2-1 ante el invicto y único puntero Banfield fue categórica y conseguida de manera inteligente. Pocas veces se lo ha visto al equipo jugar así, sin desesperarse, con un criterio sensacional para tacar por las puntas y tocándole la pelota al Taladro.
Otra vez volvió a pararse con tres atrás (Martínez, Aveldaño y Cahais), nada que ver a lo mostrado contra Vélez, esta vez fue sólido en defensa y rápido y criterioso para atacar por derecha con Mercado y por izquierda con Lucero.
Grazzini arrancó bien, distribuyendo el juego para un lado y para el otro. Vivas le puso a Falcón para ayudarlo en la creación, pero ni se juntaron, sumado a que Yacob estuvo nervioso e impreciso en todo el partido (recibió la quinta amarilla).
Gran trabajo de Racing por las bandas, Mercado y Lucero fueron la clave para la victoria. El negro fue la figura coronando la noche con un golazo digno del mejor catenaccio: error del rival y salida rápida ocupando los lugares vacíos para anotar. Quinteros jamás se animó a pegarle al arco en clara opción de gol para Banfield, Martínez se la pellizca la lleva Lucero cuza la mitad de cancha y se la toca a Ramírez, éste lo ve llegar a Aveldaño (si el Pelado) y con un centro razante encuentra a Mercado que con un derechazo sutil vence la débil resistencia de Luchetti.
La AKD había abierto el marcador a los 8´ del PT luego de un tiro libre ejecutado por Cahais al segundo palo para la llegada de Martínez quien dejando el pie extendido logra cambiarle el palo al arquero de Banfield. El Taladro logró el empate parcial con un cabezazo de Silva luego de una salida desastrosa (una más) de Jorge De Olivera.
Se viene Tigre para seguir sumando esos puntos de oro en polvo que ponderó Claudio Vivas en la semana. Estamos en los 14 puntos y a uno de llegar al objetivo de la vergüenza: sumar entre 15 y 20 para equilibrar las cosas en el torneo que viene.
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