Terminó el Torneo Inicial, con la mejor campaña de Racing en torneos cortos, con 33 puntos, solo superado por el campeón 2001, que obtuvo 42.
El partido ante Unión, era para llegar a los 35 puntos y darle más forma al futuro prometedor que tiene el plantel dirigido magistralmente por Luis Zubeldía. Y si bien no se ganó, al menos se resactó un empate en la bola final del partido.
Bruno Zuculini y Diego Villar no pudieron ser de la partida por sendas lesiones. El lugar del Barba siguió ocupado por Mauro Camoranesi y en lugar de Zucu entró Luciano Aued.
El partido arrancó como si fuera un encuentro de verano, ninguno de los se lastimaba para encontrar el gol. Los pibes racinguistas no se juntaban y con Aued, se creian que el medio campo ganaría en juego, pero no lo hizo así, no solo no tuvo juego, sino que también, perdió en recuperación, ya que solo Pelletiri estaba abocado a esa tarea.
En el PT hubo algunas aproximaciones leves en los arcos, siendo el Tatengue, quién más cerca tuvo de abrir el marcador. Pero tuvo en Sebastian Saja a su principal enemigo.
En la segunda mitad, ambos equipos aburrieron a todos, Unión quería regalarle a Nery Pumpido, al parecer en su último partido, un triunfo y se fueron arriba dejando lugares peligrosamente sin cubrir que Centurión fue ganando, pero se erró varios goles de contra.
A los 24m Nicolás Correa, baja un centro con un fierrazo inposible de detener, vence la nula resistencia de Saja y pone el 1-0 parcial, que era merecido.
Racing mejoró en la circulación de balón, con el ingreso de Pérez Guedes, pero la poca ayuda de Sand en la delantera, hacía que cada ataque fuera desperdiciado por el correntino.
La Academia debe agradecerle a los hinchas de Unión que gracias a la torpeza de tirar bengalas, Carlos Maglio, el árbitro, dio 7 minutos que aprovechamos para llenarles el área de centros y avances peligrosos.
En el minuto 50, un córner de Fariña, es cabeceado por Hauche, pero da en el travesaño, el arquero Perafán hace un payasesca pirueta, en vez de salvar el arco, y la pelota le cae a Centurión, que cabecea y mete el empate.
Se terminó un campeonato en el cuál se hicieron las cosas bien, pero también hay que corregir los errores que nos dejaron en la vera del título, porque no hay que olvidar que tuvimos varias chances de quedar como líderes y no aprovechamos ni una.
Más allá de todo, hay que felicitar a los jugadores, al cuerpo técnico, tantas veces injustamente criticado y poner toda la buena energía para llenarnos de gloria en el 2013.
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