La pregunta que me hago es: ¿Cuánto prestigio nos van a seguir haciendo perder?, no se puede perder así, porque encima, Tristán Suárez fue altamente superior en todo el partido a Racing, ganó sólo 1-0, pero pudieron ser un par más. La final de la Copa Argentina anterior, por duro que parezca, fue un espejismo más.
El Lechero salió a jugarse el partido de su vida, y como lo planteó así desde el primer momento, se llevó merecidamente el pase a la siguiente ronda de la Copa Argentina, dejando en el camino a un timorato Racing, que sobró el partido, sabiendo que no puede sobrar a nadie.
En los pies de Federico Barrionuevo, autor del gol de la victoria a los 33´ del PT, surgieron las mejores chances del conjunto de Pizzo. Incluso desperdició una muy clara al final, cuándo podría haber eludido a De Olivera, intentó pasársela a Bianchi que se enredó con la pelota.
El mismo Bianchi tuvo un tiro en el travesaño que luego picó en la línea, en cambio, Racing se hundía en la intrascendencia de los centros para un Cámpora ausente y un Vietto que jugó más por afuero que de nueve.
Para colmo de males, Bolatti y Camoranesi se fueron expulsados muy bien, pareciéndose más a juveniles inexpertos que a los jugadores con experiencia que dicen ostentar.
Se fue una chance más de seguir adelante en busca de un objetivo exitoso, pero cada vez que tienen que demostrar que tienen con que sacar adelante éstos partidos, parecen nenes apichonados, y nosotros los hinchas, quedamos una vez más, con las manos vacías.
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