En un partido de los más aburridos del campeonato, Racing y Arsenal, repartieron somniferos gratis empatar 0-0, sin ofrecer nada de nada, para por lo menos irse de Avellaneda con la leve intuición de que al menos quisieron ganarse.
Racing se jugaba la última ficha de prenderse al lote de los que pelean por ganar el Torneo Inicial y debía ganar y llevarse por delante al campeón de la Supercopa Argentina, pero como viene ocurriendo en los últimos encuentros, el buen juego brilló por su ausencia en el conjunto de Zubeldía y solo empató sin goles.
Para colmo de males, el entrenador puso a Pillúd de tres y a Villa de cuatro, algo extraño uqe no dio resultado, porque Iván tenía el perfil cambiado y el Barba nunca fue utilizad en ataque. Para colmo, Camoranesi no pegó una, y Sand sigue sin aparecer, por ser leve con el goleador.
El rival tampoco hizo mucho por el espectáculo, ya siendo campeón del fúltbol argentino y campeón de la Supercopa, vino a rescatar al menos un punto y selo llevó nomás, nunca arriesgó nada, y eso no sorprende, inclúso sacó de quicio a la gente de Racing haciendo tiempo en cada pelota qe se iba fuera de los límites.
Luego de una semana en la que se criminalizó a Racing por la mano no cobrada a Bruno Zuculini, Rapallini, el árbitro, tomó nota y sumado a que jugamos con el equipo de Grondona, quizo e hizo buna letra inclinó la cancha demasiadamente alevoso. Para resumir los horrores mencionaré solo los dos goles anuldos.
De todas maneras, no hacía falta tanto robo, porque Racing, no le hace daño ni a una mosca. No ataca por las puntas, no da dos pases seguidos, le entrega la pelota tontamente a los rivales cuándo está mal parado, etc.
Sólo resta cumplir con el objetivo de mínima que parecen haberse trazado los dirigentes, el cuerpo técnico y los jugadores, llegar a los 30 puntos, van 23 y quedan partidos muy duros. Por lo pronto se viene una visita a Mendoza, para enfretar a Godoy Cruz, el jueves a las 17 horas.
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