Para muchos es la salsa a base de jamón tan rica que varios han probado, pero para los futboleros y para los hinchas de Racing, que la hemos disfrutado, es la particular manera de plantear y ganar que tiene Ricardo Caruso Lombardi.
Hoy la impuso en Avellaneda y se llevó una victoria por 1-0 que nos deja otra vez al borde del abismo, pero a Argentinos lo hace engrosar su promedio.
En la primera parte, Racing tuvo voluntad, ímpetu pero nada de juego asociados. De todas maneras ambos pudieron abrir el marcador, pero la diosa fortuna así no lo quiso.
Racing lo tuvo por medio de tres cabezazos, uno de Saveljich, que se fue alto, pero cabeceó sólo, otro de Zuculini y otro de Villar, ambos enviados al córner por parte de Migliore.
El bicho lo tuvo luego de un cierre pésimo de Corvalan, presagiando lo que haría en el segundo tiempo, y una mala definición de Boyero.
La Academia arrancó más armado el ST, con Villar, el mejor jugador de la cancha, enchufado, con campi
Con Campi parando a todos y a Viola y Vietto más metidos.
Pero a los 7' luego de un despeje de Argentinos a la salida de un córner, Corvalan le erró a la pelota, no hizo full para parar a Droopy Gómez que corrió 30 metros con la pelota, habilitó a Boyero y el cordobés, con un tiro cruzado, dejó sin reacción a Saja.
Merlo metió mano en el equipo, pero esta vez no surtió efecto, ni Aued por Corvalan, al que incinero, ni Hauche por De Paul lograron desnivelar, nos fuimos desinflando, las torres de la defensa de Caruso nos iban dejando sin chances y para colmo, cuándo teníamos la posibilidad, la erramos.
Vietto tuvo dos claras, una la mandó muy por encima del travesaño y la otra, luego de una gran jugada colectiva, fue desperdiciada por la displicencia del delantero. En el final Zuculini tuvo la más clara al cabecear y dar en el travesaño y salir.
Vuelta atrás después de haber conseguido dos victorias al hilo, se dejó todo, se jugó mejor que el rival en pasajes del partido, pero no se pudo.
Se viene Quilmes, se nos niegan los triunfos de local, veremos si con los cerveceros, podemos volver a la senda.
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