sábado, 21 de abril de 2012

DE LA MANO DE ZUBELDÍA Y LOS PIBES

Luego de una semana convulsionada en el mundo Racing, la Academia consiguió la segunda victoria (la primera ante Sarmiento (R) por Copa Argentina) en tres días y le permite ir disipando los problemas y empezar a resurgir.

El conjunto de Luis Zubeldía, que gracias a su mano en el segundo tiempo, venció a San Martín de San Juan por 1-0, en un partido donde no prevaleció el buen juego, pero en el que Racing siempre tuvo las ambiciones para hacerlo.

Zubeldía se la jugó por Cáceres en lugar de Zuculini y adelantó a Pillúd a la línea de mediocampistas. El equipo ganó en órden y en proyecciones por sorpresa del defensor devenido en mediocampista.

El primer tiempo fue aburrido y con poco juego. San Martín se refugió en defensa y Racing no sabía como prevalecer en ataque. La primera mitad se diluyó con un empate y parecía que si no se hacía algo desde el banco la cosa no podía torcerse.

Pero en el banco estaba Luis Zubeldía con las cosas claras y las herramientas para llevar adelante lo que pretendía. Por eso, al no marcarle diferencias a los Sanjuaninos, Luis echó mano a lo que más le gusta, los pibes del club.

Mandó al campo a Viola, Fariña y Caballero por Pillúd, Cahais y Toranzo no al mismo tiempo para lograr que al ingresar uno éste pudiera encontrar su lugar primero y luego hacer ingresar al otro.

Así Racing comenzó a ser arrollador. De la mano de Viola y Fariña logró acelerar el ataque y aprovechar los toques (hoy anduvo bien) de Gio Moreno y Caballero esperaba agasapado en el área para concretar.

A los 38m Gio toca rápido un tiro libre para Fariña, el pibe encara y al ingresar al área remata cruzado con la intención de que si no ingresaba al menos quedara cerca del arco y lo logró, porque Caballero llegó a desviar el tiro para el gol del desahogo, el de la victoria.

Es rápido para decir que se nota la mano del Zubeldia, pero hay que reconocer que supo leer el partido en todo momento y supo, con casi nada en el banco, elegir los nombres exáctos para revertir un partido que se encaminaba al empate. 

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