Sí, Racing clasificó a cuartos de final de la Copa Libertadores, sorteando al duro conjunto uruguayo Montevideo Wanderers, ganándole en Avellaneda por 2-1, con la cuota de sufrimiento que nunca falta en el mundo Racing. Los goles los convirtieron Washington Camacho y Gustavo Bou.
Avellaneda era una fiesta, los hinchas acompañaron al equipo como siempre, y los jugadores dieron la vida para darles una alegría. Y nos la dieron, porque aguantaron cuándo debían, jugaron cuándo puedieron y metieron en todo momento.
El equipo de Alfredo Arias salió a llevarse puesto a Racing, con juego atildado de toque, triangulaciones y paredes, pero chocaban con los defensas de Racing, que tuvieron una noche sólida, liderados por Luciano Lollo. El que más bajo estuvo fue Iván Pillúd, que volvió a sufrir como en Uruguay con Gastón Rodríguez.
Parecía una pelea de box; Racing se dejó pegar, se fue contra las cuerdas y recibía los golpes, pero en el momento menos pensado, miró, vio la endija y a golpeó. Fue a los 15' cuándo Diego Milito se llevó a la rastra a Alex Silva y mandando un centro al corazón del área para que Camacho la acomodara bien pegada al palo de Leonardo Burián.
Luego de quince minutos en los que Wanderers dominó a Racing, el campeón del fútbol argentino se acomodó, hizo un gol y a partir de allí fue el que dominó y se llevó con justicia el partido. Obviamente pasaba algunas zozobras provenientes del ir e ir de la visita, pero nada más.
Y para desmoralizar aún más a los uruguayos, a los 39', Bou convierte el 2-0, en un gol con su sello, es decir, enganche y latigazo seco abajo.
En el segundo tiempo, el dominio de Wanderers desapareció y Racing se calzó el saco que más le gusta, bien cerradito atrás, abroquelado y recuperando rápido con Ezequiel Videla y Francisco Cerro, ambos de gran trabajo, para aprovechar a un Bou intratable y un Milito que jugó bien hasta donde pudo.
La Academia se afirmó más en la cancha con Nelson Acevedo, que entró bien y contribuyó a recuperar y salir rápido. También entró de buena forma Brian Fernández, que tuvo una chance clara, con un remate que le salió al medio, luego de un gran centro de Bou.
Pero Racing si no sufre, no es Racing y a los 43' Maximiliano Olivera, descuenta para Wanderers con un tiro libre magistral.
Pero ya no había tiempo para más, Racing aguantó lejos del arco de Sebastián Saja, en los 3' minutos de adición, los uruguayos sólo tuvieron un córner que el Chino descolgó. El partido se fue y Racing clasificó a los cuartos de final.
La Academia no se clasificaba a esa intancia desde 1997, ahora se viene un viejo conocido, Guaraní de Paraguay, al que vencimos en Avellaneda por 4-1 y nos ganó en Asunción por 2-0. Vamos Racing que el sueño continúa.
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